Parece que para hacerse millonario y ganar fortunas en la televisión abierta, con ser malísimo basta. Es el caso de Simon Cowell, jurado en dos de los programas de talentos más conocidos alrededor del mundo.
El hombre es conocido por hacer llorar a los niños que se presentan, reírse de cualquier excéntrico que aparezca frente suyo y decir en la cara de los participantes aquello que ninguno de los televidentes ni el resto del jurado se animaría siquiera a sugerir.
Sin embargo, la cadena FOX, con la que acaba de firmar contrato, está tan contenta con su personalidad irreverente, que hasta le ofreció la módica suma de más de dos millones de dólares por cada hora de programa. Esto equivaldría a un total de 100 millones de dólares por su participación en la nueva temporada del reality.