Las cámaras digitales desplazaron casi definitivamente a las analógicas. Sólo sobreviven algunas que usan los fanáticos acérrimos, algunos profesionales que quieren conservar determinadas características que sólo podrían dar esos equipos y algunas personas que se aferran al dicho de "todo tiempo pasado fue mejor".
Sin embargo, lo cierto es que los fabricantes de películas para cámaras digitales se han volcado en su gran mayoría al formato digital, y que estas cámaras se venden en todo el mundo con gran éxtio.
Un error muy común es que se suelen comprar cámaras que tienen características muy por encima de las necesidades del comprador. Por eso hay que tener en cuenta algunas cuestiones fundamentales antes de decidir la compra:
- ¿Para qué se la va a usar?
- ¿Qué tipo de fotografía se va a practicar? (portratos, paisajes, deportes, profesional, fiestas)
- ¿En qué situaciones se van a sacar las fotografías? (interiores, exteriores, poca luz, de noche)
- ¿Qué experiencia previa se tiene?
- ¿Es importante el tamaño y la portabilidad?
- ¿Qué presupuesto se posee?
Con eso en mente, entonces es tiempo de ver las características principales que se deben tener en cuenta a la hora de elegir una cámara digital:
- Megapixeles. Si la idea es sacar fotos sólo para enviarlas por correo electrónico, una cámara con resolución baja o media alcanzará. Claro que cuantos más megapixeles se tengan, más opciones se podrán llevar a cabo con las imágenes.Actualmente, la mayoría de las cámaras ofrece una resolución de 5 megapíxeles.
- Tamaño, peso y diseño. Para algunos, el peso y el tamaño sí importan. Muchas pequeñas cámaras son cómodas, pero pueden presentar problemas al tener los botones muy juntos o al ser muy diminutos, o directamente al poseer pocos, con lo cual los ajustes se tornan complejos. Asimismo, las cámaras más chicas no suelen traer controles manuales, esenciales para sacar provecho de algunas escenas.
- Lentes de zoom. Las cámaras más económicas suelen dejar de lado el zoom óptico. Si se tuviera que hacer una elección entre una cámara con poco o sin zoom óptico y una con mayor resolución, habría que preferir la que tiene lentes de zoom más poderosos. Así, no hará falta tener que utilizar una herramienta de software para acercar una imagen, perdiendo una gran parte de la resolución. Las cámaras con lentes de alta resolución como 20X (acercan hasta 20 veces una imagen) son ideales para deportes, por ejemplo.
- Foco manual. Para situaciones donde se desee acercar la lente a un objeto todo lo que sea posible, el autofoco de la cámara no siempre es lo ideal. El foco manual, además, permite enfocar lo que realmente se quiere destacar de una escena, o realizar encuadres artísticos. Las cámaras más económicas, en general, traen todo automático.
- Almacenamiento. Cuanto mayor sea la resolución de las imágenes que se vayan a tomar, mayor lugar ocuparán. El espacio interno que traen las cámaras es casi ínfimo, pero todas vienen con soporte para tarjetas de expansión de memoria. Para los profesionales o para salir de viaje, lo ideal es contar con al menos dos tarjetas, para evitar sobresaltos. Las tarjetas CompactFlash, SD (Secure Digital) o SmartMedia son las más comunes. Los tamaños arrancan desde los 512 MB y llegan, con el nuevo formato SDHC, de 4 a 32GB.
- Baterías. Las cámaras pueden utilizar pilas AA, recargables o las de niquel metal. La discusión es si convienen las pilas, que duran poco pero se pueden conseguir a precios baratos en cualquier lado -aunque son muy poco ecológicas- o las de niquel, que permiten la recarga y tienen una mayor vida útil. Pero hay que llevar el cargador a todos lados.
- Películas y sonido. Muchas cámaras pueden capturar imágenes en movimiento. Algunas con mayor calidad, otras no tanto, y algunas incluso con sonido. La idea no es reemplazar a las videocámaras, sino brindar un complemento cuando no se tiene una a mano. Algunos modelos también permiten grabar audio para fotos, además de video.
- Todo automático. Las cámaras digitales tratan de hacerle la vida fácil al usuario, y traen la opción de poner todo en automático para que sólo haya que oprimir un botón. Pero algunas traen también otras opciones para los usuarios un poco más avanzados, para poder, por ejemplo, ajustar el tamaño de la apertura de lentes o dirimir cuanto tiempo el obturador estará abierto.
- Menú simple. Al evaluar la compra de una cámara, hay que tener en cuenta cuantas veces se utilizarán las opciones para modificar la resolución, el modo macro, el flash y los ajustes de exposición. Y cuan frecuentemente se estarán revisando las imágenes obtenidas. Muchos botones significarán una pérdida de tiempo; demasiadas opciones, también.
- Modos de escena. Algunas cámaras atraen a los compradores porque traen una larga serie de modos de escena. Se trata de características ya prediseñadas para lograr imágenes en determinadas situaciones, lugares o momentos. Usualmente, sin embargo, seleccionar una de esas opciones requiere más de lo que parece. Algunas, por otro lado, permiten incluso adoptar modos de escena particulares fácilmente. Una gran ayuda actualmente la proporciona el reconocimiento facial. Así, la cámara ayuda a optimizar el foco y otras opciones del sujeto o sujetos a fotografiar. La opción de reconomiento de sonrisas, bastante peculiar, permite sacar fotos más rápidamente que lo que podría realizar uno en determinados momentos.
- Balance de blancos. Casi todas las cámaras permiten elegir el balance de blancos. Esto le dice a la cámara que elementos de una escena deben verse blancos, cuales otros entonces negros y cuál debe ser la diferencia entre ellos y cómo debe verse.
- Pantalla LCD. Las pantallas LCD varían entre los 1,8 y las 3,5 pulgadas. Cuanto menor sea el tamaño, más limitado estará el usuario para revisar como salieron las fotos que tomó. Es esencial que la pantalla sea lo más clara y nítida posible. Además, suele proporcionar toda la información sobre los ajustes de la cámara. Muchas de las nuevas pantallas son touchscreen, para seleccionar las opciones desde ahí. Hay que tener en cuenta igualmente que el tener prendida la pantalla consume energía.
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