Paola siempre fue una chica de llevar la delantera, una de esas mujeres que algunos hombres consideran "de armas tomar", una líder por naturaleza. Por eso no me extrañó ni un poquito cuando vino indignada a decirme que Alejandro se las iba a tener que pagar.
Eso fue hace unos días: ella se preparó muy especialmente para una tarde de mate, facturas y sexo. Nada demasiado evidente, nada de lencería de encaje, nada de tacos aguja, pero sí, estaba linda, estaba tal y como Alejandro prefiere encontrarla cuando quiere sexo: en camisón, sin nada abajo.
Además Paola lo atacó de entrada con una felatio de categoría. Y parece que Alejandro, al verse merecedor de tantas atenciones, se olvidó de algo fundamental. Se olvidó de Paola, o más bien, del orgasmo de Paola.
Esas son cosas que una mujer como ella no perdona. Así que ayer, lo esperó decidida. Repitió el ritual del otro día. Alejandro entró como un caballo otra vez, pero esta vez Paola no perdió el tiempo en consentirlo, hizo lo que sabe que necesita hacer y llegó a la recta final segundos antes que él.
Entonces, ante la mirada desesperada y la boca abierta de Alejandro, Paola se levantó y le dijo "Disculpame gordo, tengo cosas que hacer. La seguimos en otro momento ¿sí?". Y así de simple, sin darle tiempo a decir A, se puso la ropita y se fue.
Ahora Paola está en campaña. Y vino a reclutarme: "Greta, quiero formar un grupo de mujeres por la revancha". Intenté hacerme la sabia, le dije que el rencor no nos lleva a ninguna parte. Pero ella está segura "Hay que reeducarlos. Y así van a aprender. Si a ellos les gusta acabar, a nostras también, ¡qué tanto!", dijo. "Vos comentalo con tus amigas que yo abro un grupo en Internet".
Caballeros, sepan disculpar, pero parece que les quieren disputar el reinado de la satisfacción egoísta. Y yo no pude hacer nada para evitarlo ;)
Chicas ¿alguna vez dejaron en veremos a sus compañeros?, muchachos ¿fueron víctimas de algún tipo de complot sexual en su contra?