La noticia no aclara quién dejó a quién, pero por lo calentito que se quedó este muchacho, hay muchas posibilidades de que haya sido ella la que le dio salida. La pareja mantuvo un noviazgo de un año y medio, entre 2002 y 2003, hasta que la relación llegó a su fin. Despechado, el hombre, de quien sólo se dieron a conocer sus iniciales ( E.M.S.) comenzó seguidilla de acciones para ensuciar y calumniar la imagen de su ex.
Lo primero que hizo fue grabar una conversación erótica que la chica mantuvo con un amigo suyo a través de Internet. La copió en tres CDs que envió a sus jefes, acompañados de tres cartas que desbordaban insultos hacia ella. Al enterarse de lo sucedido, la mujer hizo una denuncia y el Juzgado de Instrucción número 1 de Valencia dictó una orden de alejamiento y prohibición de comunicación que el procesado no cumplió, ya que la llamó desde una cabina intimidándola en una ocasión y la esperó en la puerta de su trabajo en otra, relata la sentencia.
En mayo de 2004 el despechado fue por más. Redactó un anuncio en una página de contactos sexuales de Internet con una foto, número de teléfono y datos personales de su ex pareja, que recibió numerosas llamadas subidas de tono debido anuncio.
Como le sobraba el tiempo, creó un archivo multimedia con de la conversación telefónica citada anteriormente, algunas fotos y datos personales de su ex, y lo subió en un servidor de intercambio gratuito de archivos. Dos meses más tarde, E.M.S. redactó un impreso para la Inspección de Trabajo en donde, haciéndose pasar por su ex, confesaba recibir dinero en negro por sus horas extras.
El señor E.M.S no contó con los peritos caligráficos, quienes comprobaron finalmente que se trataba de una falsificación. Los investigadores, por su parte, certificaron que el documento había sido elaborado desde su propio ordenador, y hasta descubrieron el establecimiento público desde el cual lo había difundido. Y con lo que seguramente tampoco contó fue con el fallo del tribunal, que lo condenó a diez meses de prisión por un delito de quebrantamiento continuado de la orden de alejamiento y a siete meses más por falsificación de un documento privado. Y eso no es todo. Además deberá pagar una multa de 3.600 euros por el delito continuado de injurias graves con publicidad, e indemnizar a su ex compañera con 18.000 euros por los daños morales y psicológicos que le causó.