Por supuesto que la entrevista que le hizo Susana a Graciela tuvo mucho de estrategia. A diferencia de cuando estuvo a la merced de las preguntas no dañinas de Soledad Silveyra, la Alfano se bajó de su pedestal de reina del espectáculo y con los ojitos chiquititos para que no se le caiga la única lágrima que logró guardar debajo de las pestañas, aclaró que el amor con Alé hacía un año que ya no existía: "los dos sabíamos cuando empezamos esta relación que un día tenía que terminar, no sabíamos cuándo". "El final verdadero es que la pareja se agoto", aclaró Graciela.
Una original manera de desmentir a la foto que Rial mostró por la tarde, donde al joven Alé se lo veía felizmente abrazado con una nena de 21 añitos (bastante lejos de los 55 abriles que Alfano lleva sobre sus hombros). Si hace 365 días que no hay amor, qué importa si "Matu" andaba detrás de nuevas polleras hace uno o dos meses. Si no hay amor, no puede haber infidelidad. Y si no hay cuernos, Alfano queda contenta. Pero entonces ¿qué hicieron juntos todo este año? Quién sabe. En este medio, muchas veces las apariencias son mucho más importantes que las realidades.