El universo del rock alternativo está de luto. Perry Bamonte, exguitarrista y tecladista de The Cure, murió este 26 de diciembre a los 65 años.
La noticia fue confirmada por la propia banda a través de un comunicado oficial, donde informaron que el músico británico falleció tras pelear durante un largo tiempo contra una enfermedad.
Bamonte, nacido el 3 de septiembre de 1960 en Londres, fue mucho más que un integrante de The Cure: aportó su talento y sensibilidad a una de las bandas más influyentes del género.

Su salud venía deteriorándose en los últimos años, lo que lo obligó a alejarse de los escenarios y limitar su participación en presentaciones en vivo.
El camino de Perry Bamonte en The Cure
La historia de Bamonte con The Cure arrancó en los años 80, cuando se sumó primero como parte del equipo técnico. En 1990, dio el salto definitivo y se convirtió en miembro pleno, ocupando el lugar de tecladista y guitarrista tras la salida de Roger O’Donnell.
Desde entonces, fue protagonista en discos icónicos como “Wish” (1992), “Wild Mood Swings” (1996) y “Bloodflowers” (2000). Su versatilidad lo llevó a cumplir distintos roles dentro del grupo, tanto en el estudio como en las giras internacionales que marcaron a toda una generación.
Un regreso esperado y la lucha contra la enfermedad
Después de más de una década junto a The Cure, Bamonte se alejó de la banda en 2005. Sin embargo, el vínculo nunca se cortó del todo: en 2022, volvió a subirse al escenario con sus viejos compañeros para la gira “Shows of a Lost World”, que recorrió más de 90 ciudades y significó un reencuentro muy esperado con el público.
A pesar de ese regreso, los problemas de salud se hicieron cada vez más evidentes. En los últimos años, su enfermedad lo obligó a bajar el ritmo y a mantenerse lejos de la vida pública, aunque siempre se mantuvo cerca de la banda que lo llevó al reconocimiento mundial.
Un legado imborrable en la historia del rock
En 2019, Bamonte fue incluido junto a The Cure en el Rock & Roll Hall of Fame, un reconocimiento a su aporte fundamental en la construcción del sonido de la banda.
Tras su muerte, The Cure lo despidió con palabras que reflejan el cariño y la admiración de sus compañeros: destacaron su personalidad “cálida y vital”, su creatividad y su compromiso con la música.



