Mario Massaccesi no solo se destaca por su trayectoria como periodista y conductor, sino también por la sensibilidad con la que construyó su espacio más íntimo.
Instalado en un amplio departamento del barrio porteño de Palermo, el comunicador abrió las puertas de su hogar para mostrar un universo donde conviven el pasado y el presente, la memoria y la belleza, en una armonía cuidadosamente pensada.
La vivienda, que fue decorada íntegramente por él, se caracteriza por una impronta elegante y atemporal. Los pisos de madera originales marcan el pulso del departamento y funcionan como hilo conductor entre ambientes amplios y luminosos.
A su alrededor, los muebles retro, las piezas antiguas y los objetos cargados de historia dialogan con diseños contemporáneos, creando una estética ecléctica pero coherente.
LA CASA DE MARIO MASSACCESI
Lejos de seguir tendencias pasajeras, Massaccesi apostó por un estilo personal, construido a partir de objetos con significado. Muchas de las piezas que hoy forman parte de su casa llegaron de manos de amigos, herencias o hallazgos inesperados.
Uno de los sellos distintivos del departamento es la influencia del Mercado de las Pulgas de Dorrego, un espacio clave en la búsqueda estética del periodista. Allí encontró muebles y objetos que luego combinó con diseños de autor, como los creados por Philippe Starck, cuyas líneas modernas dialogan con referencias al barroco y al estilo Luis XVI.
La cocina y el baño merecen un capítulo aparte. Ambos ambientes se destacan por su carácter lúdico y creativo, con elecciones audaces que rompen con lo convencional y reflejan la personalidad del dueño de casa.
Más allá de lo estético, la casa de Mario Massaccesi es también un reflejo de su recorrido personal.