Quienes alguna vez intentaron cultivar una planta de palta en el hogar conocen bien la frustración que puede llegar a ser: colocar el carozo sobre un vaso de agua, sostenerlo con palillos como dicen todos los tutoriales… pasan semanas, meses, y nada. El carozo se queda ahí, igual que el primer día, sin señales de vida.
Ese método, que parece universal, no siempre funciona, y por eso mucha gente termina abandonando la idea antes de tiempo.
Pero ahora surgió una alternativa que está dando vuelta las redes y que promete resultados inesperadamente rápidos, incluso para quienes dicen no tener mano con las plantas.
La protagonista de este truco casero es María Marín, conocida en instagram como @cenasparapeques por sus consejos de hogar, que contó que después de probar de todo encontró una técnica tan simple como efectiva. Lo sorprendente es que no requiere palillos, ni frascos especiales ni sol constante: solo un poco de paciencia y una forma distinta de activar el carozo desde adentro.
Cómo es el truco que funciona incluso si el método tradicional falla
Según explica Marín, lo primero es ocuparse del carozo. Hay que lavarlo bien, secarlo y, con mucho cuidado, retirarle la piel marrón que lo recubre. Ese paso permite que la humedad llegue antes al interior, algo clave para que despierte.
Después viene la parte más importante: envolver el carozo en papel de cocina húmedo. No debe chorrear agua, pero sí mantenerse constantemente húmedo. Ese paquete se guarda dentro de una bolsa hermética o frasquito cerrado, lo que genera un ambiente perfecto para activar la germinación.
A diferencia de otros métodos, acá el éxito depende de la constancia. Cada tanto —cada una o dos semanas— hay que abrir la bolsa, revisar y volver a humedecer el papel si hace falta. Con eso alcanza para que, en alrededor de dos meses, el carozo empiece a abrirse y libere una raíz fuerte y visible.
Qué hacer una vez que brota y cómo seguir el proceso
Cuando finalmente aparece la raíz, llega el momento de cambiar de etapa. El papel húmedo ya cumplió su función, así que se retira y se coloca el carozo en un recipiente con agua, dejando la raíz sumergida y la parte superior al aire.
Esa posición es clave para que la raíz siga creciendo y el tallo empiece a formarse. Durante este período, conviene ubicar el frasco en un lugar luminoso, pero sin sol directo, y cambiar el agua cada una o dos semanas para evitar hongos.
Después de un tiempo, cuando el tallo se haya desarrollado lo suficiente, llega la parte que genera más dudas: ¿pasarlo o no a una maceta? Quienes tienen poca experiencia pueden tener miedo, pero es la única forma de que la planta siga creciendo. Lo recomendable es usar una maceta pequeña, con buen drenaje y una tierra liviana para que las raíces puedan expandirse sin problemas.
Consejos útiles para que la planta de palta crezca sana
Uno de los errores más comunes al pasarla a tierra es el exceso de riego.
- No hay que regarla en exceso, pero sí se debe evitar que la tierra se seque por completo.
- También ayuda dejarla cerca de una ventana luminosa sin sol fuerte de mediodía.
- Y si la planta empieza a crecer muy rápido en altura, podar la punta favorece que se ramifique y no quede “despeinada” y larga.
Otra recomendación clave es no apurarse. Las plantas de palta crecen lento, pero cuando se adaptan, avanzan de manera constante. Lo importante es respetar los tiempos y acompañarla.