Tras culminar un rodaje de seis meses de una nueva temporada de Envidiosa, Griselda Siciliani decidió que era momento de hacer un alto.
La actriz armó las valijas y, acompañada por Luciano Castro, viajó a Brasil para regalarse unas vacaciones centradas en el descanso y la conexión con lo simple.
El destino elegido fue Praia de Fora, al sur de Florianópolis, un rincón costero rodeado de mar y vegetación que le permitió bajar el ritmo y recuperar energías.

GRISELDA SICILIANI, RELAJADA EN BRASIL
Una de las primeras postales la muestra en casa, recostada en un sillón y envuelta en una manta, disfrutando de la calma hogareña. En otra, aparece con un libro de Moria Casán, reafirmando que la lectura también formó parte de este proceso de descanso.

Ya instalada en tierras brasileñas, las escenas de playa se convirtieron en protagonistas de su relato visual. Dos pares de sandalias sobre la arena y un par de vasos coloridos en una terraza frente al mar sintetizaron la idea de compartir instantes sin apuro, lejos de agendas apretadas y compromisos mediáticos.

Esa sencillez se reflejó también en imágenes donde aparece explorando senderos arbolados o sentada sobre un bote en la orilla, con el océano como telón de fondo, siempre en contacto directo con la naturaleza.