En 2009, Lionel Messi compró una mansión en el exclusivo barrio de Castelldefels, donde vivió con Antonela Roccuzzo y sus hijos hasta su partida a París y, luego, a Miami.
El astro argentino pagó más de 4 millones de euros por esta propiedad ubicada a 25 kilómetros de la capital catalana y desde su compra invirtió cerca de 6 millones en renovaciones, ampliaciones y transformaciones de estilo.
El terreno, de más de una hectárea, incluye una casa de tres plantas con arquitectura moderna y estilo mediterráneo. Grandes ventanales, techos altos y materiales nobles como la madera natural y el hormigón pulido definen la estética del hogar, que privilegia la luz natural y la conexión con el entorno.
Desde las terrazas se pueden apreciar tanto las montañas como el mar Mediterráneo, una vista que no tiene precio y que fue uno de los motivos por los que eligieron instalarse en esta zona.
El interior está diseñado para combinar funcionalidad con elegancia: un enorme living con sofá de seis cuerpos, una cocina moderna, biblioteca, cine privado, gimnasio y spa.
Cada uno de los espacios respeta una paleta de colores neutros —grises, blancos y beiges— que aportan calidez sin caer en excesos. Uno de los rincones más fotografiados por Antonela en redes sociales es el salón principal, que se conecta con el jardín a través de amplios ventanales corredizos.
LA MANSIÓN DE MESSI EN BARCELONA: PURO AIRE LIBRE
En el exterior, la familia Messi construyó un verdadero oasis privado: piscina climatizada, quincho con parrilla, zona de descanso y hasta un campo de fútbol en miniatura, ideal para sus hijos Thiago, Mateo y Ciro.
También se sumó un parque infantil y zonas verdes pensadas para los perros de la familia, que son parte fundamental de su día a día.