Instalados en una exclusiva zona de Cañuelas, María Vázquez y Adolfo Cambiaso construyeron una casa de ensueño que combina el lujo con la vida rural.
Alejados del ruido urbano, la modelo y el polista apostaron por una vivienda de tres pisos con una estética que mezcla lo campestre y lo moderno. Desde allí comparten con sus seguidores momentos familiares y postales que revelan una vida ligada al diseño, el confort y la naturaleza.
El hogar, pensado para el descanso y la vida en familia, refleja el estilo elegante y sobrio que ambos cultivan desde hace años. Entre los detalles más llamativos se destacan sus ambientes amplios, el predominio de colores neutros, los muebles clásicos y elementos decorativos que transmiten calidez. El dormitorio principal fusiona una gran cama con lámparas estilo araña, espejos y alfombras de diseño, en una propuesta que combina lo tradicional con toques de modernidad.
Uno de los sectores más admirados de la casa son los dos livings, conectados a través de una escalera en espiral. En cada espacio predominan los sillones de cuero, la luz natural y la continuidad entre interiores y exteriores.
Uno de estos salones se comunica directamente con el ingreso a la casa, mientras que el otro conecta con la cocina y el patio, donde se potencia la idea de hogar como refugio funcional y estético.
LA LUJOSA COCINA DE MARÍA VÁZQUEZ
La cocina es otro de los ambientes protagonistas, con alacenas blancas, una isla central con mesada de mármol y amplios ventanales que dan paso a la galería exterior.
En ese sector, los muebles de rattan, las plantas y una pileta de gran tamaño completan una atmósfera relajada, ideal para el descanso y el entretenimiento. Es allí donde la pareja disfruta de los días de verano junto a sus hijos, en un entorno que privilegia la armonía con el paisaje.
Con más de dos décadas de amor y una familia consolidada, María Vázquez y Adolfo Cambiaso lograron construir un hogar que refleja su esencia.