Matías Bagnato reapareció en la TV este miércoles y lo hizo de una manera casi irreconocible, al punto de que Ángel de Brito le consultó cómo es que logró bajar de peso de manera tan contundente, y él le explicó que fue una “cuestión de salud”.
Matías, único sobreviviente de la Masacre de Flores en la que murieron sus padres, su hermanito y un amiguito de ellos que se había quedado a dormir, soportó un calvario de casi 30 años en los cuales vivía con el miedo a que Frutuoso Álvarez González saliera de prisión para concretar su amenaza de muerte hacia él.
Pero el reo falleció en abril del año pasado, víctima de múltiples paros cardíacos originados por una infección generalizada, y eso lo llevó a saldar cuentas pendientes con su salud. “La decisión ciento por ciento la tomé después de que falleciera el asesino de mi familia”, le había contado a Infobae a principios de este año.
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“Costó decidirlo porque soy muy miedoso de las operaciones”, le contó Matías a De Brito, y explicó que a lo largo de los últimos años subió unos 40 kilogramos de peso porque canalizaba su angustia a través de la comida. “Ya ni siquiera era un tema estético, era un tema de salud”, explicó.
“Lo hablé con mi médico y me tiró la opción de un bypass gástrico como una solución”, agregó Bagnato, y recalcó que “no es una operación fácil” porque se debe tomar vitaminas de por vida debido a que “se achica el estómago y se cambian las capacidades de absorción”.
“Son seis meses que me preparé para el momento de la cirugía”, y explicó que es muy motivante el peso que se baja poniendo en práctica el procedimiento. “Esto te tiene que servir para generar un cambio de hábito”, explicó Matías Bagnato.
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