"Me pasaba las horas pensando cuándo podía ver a mis hijos y también pensaba en ella. Se me hacía muy difícil estar sin mi familia".
Joven, exitoso y uno de los galanes más deseados por las mujeres, muchos hubieran arriesgado a que (36) saldría a recorrer las noches porteñas luego de (26). Nada más alejado de la realidad. En una entrevista íntima con la revista Pronto, el protagonista de Esperanza mía, la novela del prime time de El Trece, habló del impasse con la madre de sus hijos, Olivia (5) y Milo (2), con quien luego logró recomponer la relación.
“Se me hacía muy difícil estar sin mi familia. Cuando me separé, un amigo me prestó su departamento y me fui a vivir ahí. Fueron meses de pensar mucho. Me la pasaba tocando la guitarra y hablando con mis amigos, me ayudaban mucho”, contó. “Soy de vivir estas cosas en soledad y no me pintó salir de joda. Aunque no estábamos juntos, yo me pasaba las horas pensando cuándo podía ver a mis hijos y también pensaba en ella. Estaba atento a Juli y a cómo se sentía”, aseguró Mariano.
"Soy un celoso recuperado. Antes, me ponía re inseguro con todo, pero ahora entiendo que Juli va a hacer lo que quiera hacer".
Además, el actor habló de las razones que motivaron la crisis. “Hay veces que el amor no alcanza, por eso es que los dos nos estamos poniendo las pilas para poder estar toda la vida juntos y disfrutar el uno del otro. La euforia de los primeros seis meses pasa y se debe reinventar a la pareja. Es necesario saber que el otro no es tuyo para siempre y que por eso hay que sorprenderlo y dejarse sorprender”, admitió.
“Soy un celoso recuperado. Antes sí, me ponía re inseguro con todo, pero ahora entiendo que Juli va a hacer lo que quiera hacer, y que lo mejor es acompañarla y apoyarla en sus proyectos. Más allá de que tenemos nuestra familia, cada uno tiene su mundo”, completó Mariano Martínez, más enamorado que nunca de su mujer.