Se hizo conocida como "la estudiosa" de las hermanas Calabró, mandato familiar del inolvidable Juan Carlos mediante. Sin embargo, Marina Calabró (41) no tardó demasiado en convertirse en un ser anfibio: politóloga de profesión y periodista de espectáculos por pasión, combinó la rigurosidad de la academia con los destellos del show. ¡Y además tiene un cuerpazo!
Misterio de los genes Calabró, Marina deja en claro que la belleza y la exuberancia son patrimonio de la familia. En pareja con Martín Albrecht desde hace casi dos años, y en lo laboral súper consolidada en Intrusos como en América, acaba de debutar en con su ciclo Mirá quién vino (de lunes a viernes, 16:30 hs). Una incansable.
"Es erótico un buen tamaño de pene. Importa el ancho, el largo y la belleza. ¿Cómo es un pene bello? ¡El de Martín es el más bello!", afirma, entre risas.
En un pequeño recreo laboral, además, Marina aceptó el desafío del Cuestionario Sexy de Ciudad.com, y a diferencia de lo que muchos podrían pensar, a la hora del sexo no se queda para nada en la teoría...
1) ¿Cómo fue tu primer beso? ¿Cómo fue tu primera vez?
- Fue el típico beso de dos adolescente en Mar del Plata, hace muchos años. No pienso decir el nombre porque siempre pienso que podría estar viendo mi novio y es muy celoso. Él prefiere mantener como el misterio y la idea de que lo nuestro es lo primero, lo único, lo último. No fue especial, fue experimental, no tengo ni siquiera el recuerdo. De mi primera relación sexual recuerdo que no tenía mucho rollo con eso. No lo veía como algo sacro esta idea de entregar la virginidad. Lo viví naturalmente, para no decir intrascendente. Fue a los 19 años y no fue nada del otro mundo.
2) ¿Cuáles son tus fantasías sexuales y qué rol ocupan en una relación?
- Alimentar la pareja es muy importante y la sexualidad es un pilar clave. Para alimentar el deseo, la fantasía tiene un rol protagónico. Me gusta compartirlas con mi pareja, no vivir mi mambo mientras el otro está en el suyo. Mis fantasías tiene que ver con que me armen el cuentito en la intimidad, me funciona más que bien que él me haga el relato. Así que le doy mucho laburo al pobre... (risas). Es más de lugares, contextos, situaciones, personajes. No tiene que ver con disfraces, con ser Batman y Gatúbela, aunque no sé el día de mañana. Me gusta jugar a no ser uno y armar un cuento en el que no somos nosotros, va por ahí lo mío.
3) ¿Te interesa la masturbación? ¿Los juguetes sexuales?
- La masturbación cumple en un momento de la vida una función, está buena y suma. Estando en pareja no siento que tenga que recurrir a ella, gracias a Dios con Martín tenemos mucha intimidad. De a dos vale todo lo que sume, lo que de placer y, si resulta erótico, vale todo. Con los juguetes sexuales es lo mismo, vale en el contexto de la intimidad de dos. A veces puede ayudar a la fantasía como parte de algo que aparece de ese cuentito, es un elemento que puede aparecer, pero no es ni el eje ni lo más importante de una relación. En algún momento puede funcionar.
"Mis fantasías tienen que ver con que me armen un cuentito en la intimidad, que él me haga el relato. Es más de lugares, contextos, situaciones y personajes. Jugar a no ser uno y armar un cuento en el que no somos nosotros"
4) ¿Qué actitudes te encienden y qué te deserotiza a la hora de tener relaciones?
- Me enciende él, sobre todo su manera de tocar. No hablo de genitalidad, sino de que me puede apretar un hombro, un brazo, el roce una pierna, lo que sea. Sus manos me encienden, hasta la caricia más sutil. Me saca de clima cuando suena un teléfono, el timbre, porque a veces eso distrae y complican un momento de intimidad. Imaginá cómo suena mi teléfono, ¡así que tengo que acordarme de sacar todas las alarmas!
5) ¿Fantaseaste alguna vez con hacer un trío?
- Para nada. Primero porque con otra mujer me moriría de celos, mal. Me sería irremontable, inimaginable e incomprensible. Y si estamos hablando de que fuera con otro hombre, no me imagino que me interese estando Martín en situación. El tipo quedaría de garpe y a la mina la acogoto, así de simple (risas).
6) ¿Cómo describirías un buen orgasmo?
- Es indescriptible (risas). Creo que es algo que conmueve y que mueve fibras que van más allá de la genitalidad. Es algo irrefrenable que en una figura burda "se te dan vuelta los ojos" y en una figura más poética "emociona y conmociona". Podés emocionarte hasta las lágrimas. El que tiene una intensidad volcánica y cierta duración, tampoco un suspiro (risas).
"A Martìn no le gusta la ropa sexy para el sexo, le molesta todo. Odia los corpiños, en cualquiera de sus formas. ¡La plata que me ahorro en lencería erótica! A mi también me molesta toda la ropa en él", confiesa entre risas la periodista.
7) ¿Cuál es tu ropa para dar batalla?
- En general a él no le gusta nada, le molesta todo. Odia los corpiños, en cualquiera de sus formas. ¡La plata que me ahorro en lencería erótica! A mi también me molesta toda la ropa… somos muy económicos. Él es lindo de cualquier forma. Me gustan los calzoncillitos blancos o negros, puede tener una tela más colorida, pero nada que parezca una sunga. ¡Se me viene la imagen de la sunga de Daniel Gómez Rinaldi y me muero!
8) ¿Depilación total o al natural?
- Total. En mi pareja no, me parece que el hombre tiene que ser cómo es. Si es lampiño genial, si es peludo, está bien también. No me gusta esa cosa metrosexual de la depilación en el hombre, aunque entiendo que por una cuestión higiénica esté bien determinadas zonas rasuradas. Igual, un hombre depilado es lo menos erótico que existe sobre la faz de la Tierra.
9) ¿Quién era tu amor imposible de la adolescencia? ¿Qué famoso te parece el más atractivo ahora?
- ¡Sylvester Stallone! Más el de Rocky que el de Rambo. Me gustaba la imagen del luchador que tenía que superar los obstáculos, pero sobre todo me gustaba él. Hoy lo veo y digo 'qué raro está', pero cuando era chica tenía una fascinación. Siempre me gustó Andy García, me parecía interesante su mirada, su nariz y sus ojos. Tengo absoluta idolatría por Joaquín Sabina y ahí ya me olvido si es lindo o si es feo, es todo a partir de su música y no de su físico. De acá siempre nombro a Osvaldo Laport, pero no lo voy a nombrar más porque Viviana Sáez me va a mandar un sicario (risas). Siempre aclaro que me gusta desde la idea del póster, desde la idealización.
10) ¿Es importante el tamaño del pene?
- Sí. Pero más allá de la cuestión física, porque los expertos dicen que en realidad la sensibilidad de la mujer está concentrada en el último centímetro de la vagina, con lo cual te dicen que da lo mismo el tamaño. Para mí el sexo está en la cabeza y el tamaño puede operar, como en mi caso y en el de muchas mujeres, como una imagen erótica. Erotiza el tamaño desde lo visual y desde el impacto que causa en nuestra cabeza, más que en los genitales. Sí importa, pero no por sentir más o menos, sino porque es erótico un buen tamaño. Importa el ancho, el largo y la belleza. ¿Cómo es un pene bello? ¡El de Martín es el más bello! (risas). La belleza tiene que ver con quien lo porta, no la foto 4x4. Es el todo.