"Cuando una va creciendo los intereses van cambiando, pero el sexo me sigue importando tanto como antes. Soy una gran investigadora del tema".
Desde que se sumó al panel de Intrusos en 2014, Tamara Pettinato (31) se muestra cada vez más sexy. Los provocativos outfits que elige para el programa de Jorge Rial suelen ser tema de debate en el ciclo y las selfies que comparte en Twittter tampoco se quedan atrás.
Ahora, Tamara va por más y realizó una producción muy provocativa para la revistaen la que se la ve posando en ropa interior y bikini, súper sensual. Ya en el año 2012, la hija de Roberto Pettinato se había animado a una producción hot para Ciudad.com y parece haberle tomado “el gustito” a las fotos...
En la revista, Tamara contó que no le da mucha importancia al aspecto físico: “Nunca me cuidé un carajo, recién cuando cumplí 30 me di cuenta que tenía que empezar a hacer ciertas cosas. Cuando estás en la tele te tenés que cuidar un poco más, no podés abandonarte y salir al aire hecha mierda. De adolescente era gordita, pero nunca me traumó mi cuerpo”.
“No me afectó, era mucho más gorda que un montón de amigas, pero a mí nunca nadie me jodía. Si tenés una personalidad que distraiga no necesitás un cuerpo perfecto. Obvio que me gusta estar linda, todas las mujeres somos medio trolas y nos gusta salir en bolas”, reveló a Paparazzi.
Pettinato reveló cuán relevante es la sexualidad en su vida: “Reimportante. El sexo es lo único que me interesa desde que soy chica. Cuando una va creciendo los intereses van cambiando, pero el sexo me sigue importando tanto como antes. Soy una gran investigadora del tema".
"De adolescente era mucho más gorda que un montón de amigas, pero a mí nunca nadie me jodía. Si tenés una personalidad que distraiga no necesitás un cuerpo perfecto".
Tamara está en pareja hace seis años con Martín Moyano (38), papá de su hijo Milo (5): “Martín es productor de tele, pero cuando lo conocí era canillita. Nunca tuve novios con plata, ni me fijé en empresarios. La crianza también influye mucho en quién uno elige como pareja. A mí no me criaron como a Wanda Nara, con el objetivo de que me busque a un futbolista millonario. En mi entorno siempre hubo gente humilde, por eso siempre salí con chicos así”.
¿Una yapa de la nota? La panelista contó que estuvo a punto de tener otra profesión: “Yo iba a ser maestra jardinera. Estudié un año, pero mi padre me obligó a abandonar. Me dijo que era un desperdicio, que tenía que trabajar en los medios y aprovechar mi humor”. ¡Y Roberto tenía razón!