La disputa entre Wanda y Maxi es por ocho propiedades y tres vehículos de alta gama.
El 23 de diciembre pasado, Wanda Nara y Maxi López dejaron de ser marido y mujer ante la ley. Oficialmente divorciados desde hace diez meses, el acuerdo por la división de bienes se hace esperar. La botinera y el futbolista están inmersos en una nueva guerra, esta vez, por la friolera de seis millones de dólares, aproximadamente, según informó el diario Muy.
La disputa entre Wanda y Maxi es por ocho propiedades y tres vehículos de alta gama. El botín incluye un lujoso piso en la exclusiva torre Chateu Libertador, la mansión en el barrio privado de Tigre Santa Bárbara, dos departamentos pequeños en Las Cañitas, tres en barrio de Palermo y uno más en Puerto Madero.
Según estimaciones, a Wanda le corresponderían unos 1.685.000 dólares, mientras que Maxi embolsaría unos 4.315.000 dólares.
Además, hay tres autos de un valor aproximado de 800 mil dólares: un Lamborghini Gallardo Nera, un Mercedes Benz SLS AMG y una Ferrari Fionaro. Según Nara, si bien el último vehículo fue adquirido después de la separación, el delantero lo compró con dinero conyugal. “La división de bienes es compleja y hay varias cosas en discusión como por ejemplo un auto que López lo hizo plata y lo invirtió en una Ferrari”, detalló Ana Rosenfeld, abogada de la botinera.
Los abogados están a la espera de una tasación actualizada de los bienes, a los que deberán restarle los créditos previos aportados por López. Según estimaciones, a Wanda le corresponderían unos 1.685.000 dólares, mientras que Maxi embolsaría unos 4.315.000 dólares. Una guerra de alto cachet.