Cinco meses atrás, la vida de Nazarena Vélez sufrió un cimbronazo tan fuerte como inimaginable luego del trágico suicidio de su marido, el productor Fabián Rodríguez. Poco a poco, la actriz volvió a las tablas de la mano de Los Locos Grimaldi y reapareció en los medios, donde expresó su dolor pero también sus ganas de salir adelante.
Naza encontró otra manera de expresarse y es a través de los tatuajes. El último, que se lo hizo días atrás, fue en honor a Fabián: “Por mi familia vivo. Por mi familia muero”, reza la frase que Vélez inmortalizó en uno de sus antebrazos.
"Aunque por momentos me siento muerta, sigo buscando entre los escombros de mi vida. Y ahí aparece mi gente, siempre a mi lado, sosteniéndome. Ese es el sentido del tatuaje: si respiro, es gracias a mi familia".
En diálogo con revista , Nazarena contó que se realizó el tattoo en La Lupita, el mismo local a donde había asistido junto a Rodríguez tiempo atrás: “Me llené de recuerdos, porque fui al mismo lugar donde Fabián se había tatuado el nombre de todos sus hijos. Ese día, yo me puse los nombres de Bárbara, Gonzalo y Thiago en la espalda, y también ‘Fabián’ en la muñeca derecha. Por eso es muy movilizador…”.
También explicó el significado de la frase: “Aunque por momentos me siento muerta, sigo buscando entre los escombros de mi vida. Y ahí aparece mi gente, siempre a mi lado, sosteniéndome. Ese es el sentido del tatuaje: si respiro, es gracias a mi familia (…) Le puse un corazoncito a la palabra ‘familia’ y otro a ‘Fabián’. Recién ahí, cuando me lo tatué cerca de su nombre, me empezó a doler. No puede ser casualidad…”, analizó Nazarena sobre la experiencia.