Cada uno desde su respectiva trinchera. al aire en Vortetix y en FM Pop, los popes de la FM hicieron un dúplex histórico que marcó el cese de las hostilidades entre ambos (las cuales habían llegado a Tribunales), pero no de las ironías. La cordial charla entre los conductores de Bien levantado y Tenemos malas noticias se dio luego de que el ex CQC revelara en Intrusos que se reconciliaría con Gerardo Sofovich y con el propio Casella, y tras la aceptación del convite de parte de Gerardo, en diálogo con Ciudad.com (quien incluso dijo que llevaría un buen vino a la hipótetica comida en casa de Pergolini).
Mario Pergolini: "Tenemos que poner códigos de etiqueta, como que todos le saquen las baterías a sus celulares y guardarlos en una cajita. ¡Y las armas!"
El divertido diálogo, que duró casi 20 minutos, consistió en una autocrítica de ambos, que terminaron por coincidir en que en realidad no se agredieron tanto como pensaban. "No nos hemos insultado mucho. Yo no me acuerdo de haber insultado a Pergolini, sí que hemos jodido con mucha doble intensión", reconoció Beto.
Luego, Mario confesó: "Creo que hubiéramos sido amigos si no nos hubiésemos chicaneado tanto”. Y agregó, “creí que iba a ser un almuerzo de barrio en mi casa entre nosotros dos, y ahora veo que tengo que invitar a varios”. Por eso, Casella bromeó por la inclusión de Oscar González Oro, propuesta por Sofovich: "¿Vos sabés lo que es comer con El Negro? Grita, se piensa que está conduciendo...".
Picante, Mario precisó: "El problema es que yo hago la comida en mi casa, pero son todos cardíacos. Si viene Rial, es cardíaco; vos tuviste también tus achaquitos; Sofovich ya tiene 10 stents… ¿a Chiche Gelblung hay que invitarlo?".
En lo que tanto Pergolini como Casella estuvieron de acuerdo, es que los detalles de la comida queden en privado y no ir a darle rating a Mirtha Legrand. "Tenemos que poner códigos de etiqueta, como que todos le saquen las baterías a sus celulares y guardarlos en una cajita. ¡Y las armas!". Al final Pergolini se comprometió en llamar para coordinar el encuentro y Casella prometió llevar "algunos habanitos" para fumar.
Reconciliación al aire. La mesa está servida.