Obligada por las circunstancias y a sabiendas de que se había excedido en sus palabras, esta noche María Eugenia Ritó se mostró conciliadora con Moria Casán y antes de retirarse del estudio, se acercó al estrado para disculparse con la jurado. Mujeres de personalidades fuertes, ninguna de las dos estaba convencida, pero sólo la diva se mantuvo coherente con sus pensamientos y sentimientos.
Moria: "Lamentablemente, María, te pasaste de rosca. No conmigo, con mi hija. Te fuiste al cara... . Yo tengo adictos a la Justicia, por eso te vas a comer unas cuantas demandas, pero no mías. No siento darte un beso, sería una hipocresía".
La tensión se notó desde el comienzo de la votación, porque Moria evitó evaluar a la bailarina: "Había pedido que para no causarle problemas a la señora si esto pudiera evaluarlo otro, pero voy a mirarlo al señor (coach) Tavagnutti. Así no nos molestamos mutuamente en la cara". Ante esto, María Eugenia toleró el desaire con su mejor cara.
Al final se produjo el picante cara a cara propiciado por la rubia y auspiciado por Marcelo Tinelli. "Moria, quería aprovechar… ¿Te puedo dar un beso? Porque la verdad que no me gusta estar así". Inmutable, la protagonista de Priscila disparó: "¿Pero por qué? No, no tengo ganas de darte un beso. Lo siento, no. Yo te dije que no me tenés que pedir disculpas porque a mí no me hiciste nada. Con mi hija y toda mi gente vas a tener que rendir ante la justicia. Lamentablemente, María, te pasaste de rosca. No conmigo, con mi hija. Te fuiste al carajo. Yo tengo adictos a la Justicia, por eso te vas a comer unas cuantas demandas, pero no mías. No siento darte un beso, sería una hipocresía".
Nerviosa e incómoda, Ritó trató de rearmarse con el argumento de la igualdad de las barbaridades expresadas: “Las dos nos dijimos tantas cosas por Twitter que me parece que está bueno. Lo bueno es saber perdonar en la vida. Yo no soy Dios para perdonar, pero no hay que ser soberbio en la vida”.
Lejos de poner paños fríos, Graciela Alfano atizó el fuego: "Cuando pasé esto, yo llamé a Moria a su casa y escuchaba por detrás las puteadas de Sofía. Su hija está embarazada”. Casán a su vez arremetió contra Alfano: "Yo también escuché las puteadas que le dedicabas a Ritó, Graciela. Las barbaridades que me has dicho de esta chica. Alfano, por favor te pido".
Ya resignada a que no fumarían la pipa de la paz, María Eugenia Ritó dejó en claro su fastidio con Moria Casán: "No soy una persona enferma ni desquiciada, ni psicótica. Si yo quisiera mandarte una carta documento, también lo podría hacer. Vos echaste de un programa a tu hija, yo no la eché… De buena onda no quisiste aceptar las disculpas. Esto lo ve la gente".