En Roma nada importaron los escándalos familiares que andan rondando por la Argentina. El compromiso de y Rocío Oliva fue una fiesta que ni la aparición de ni el nuevo embarazo de Verónica Ojeda lograron opacar.
La pareja se alojó en la suite presidencial, que tiene ascensor privado, una amplia terraza con reposeras y zona de comedor en la habitación al aire libre.
Marina Calabró contó en Infama detalles de la celebración del 14 de febrero en el Hotel Eden, uno de los más exclusivos de la ciudad italiana. La pareja se alojó en la suite presidencial, que tiene ascensor privado, una amplia terraza con reposeras y zona de comedor en la habitación al aire libre. Además posee dos televisores LCD, uno en la sala de espera y otro en el dormitorio.
El baño de mármol tiene una amplia bañadera de hidromasaje y la habitación tiene un estudio y un comedor con vista a la Roma Antigua, además de dos vestidores, mini bar y máquina de café. Como si fuera poco, la reserva de la pieza el hotel brinda un servicio de limusina.
¿Un detalle? A Maradona, la contratación le salió más cara aún al Diez porque el salón de compromiso ya estaba reservado antes de que él lo pidiera y debieron cancelarlo para dárselo a él. Los invitados a la fiesta eran 25 pero se fueron sumando ex jugadores compañeros del Napoli, amigos de Maradona.
Rocío fue acompañada por su abuela, su mamá y su padrastro y la fiesta duró hasta las 5 de la mañana. Según contó Calabró, al terminar la celebración, la novia del Diez recibió un mensaje con la tapa de la revista Paparazzi sobre el embarazo de Ojeda. Su respuesta fue: “Yo me acabo de comprometer y tengo el anillo en la mano”.
Guerra de poder femenino.