Ocho meses atrás, apareció en las revistas bajo el título de la “hermosa joven” novia de Sebastián Ortega. Rápidamente, Ivana Figueiras fue noticia no sólo por su historia de amor con el productor sino también porque se transformó en su sostén emocional cuando trascendió el romance de Guillermina Valdés y Marcelo Tinelli.
En medio del revuelo mediático, Ivana eligió el silencio. Hoy, luego de un año intenso y disfrutando de un presente más calmo, Figueiras brindó por primera vez una entrevista a la revista ¡Hola Argentina!, en la que tocó todos los temas.
¿Cómo conoció a Ortega?
- "Nos presentó un amigo en común. La primera vez que nos vimos, yo no sabía bien quién era, no estaba interiorizada sobre su carrera y sus trabajos como productor. Creo que fue mejor porque me arriesgué con todos2.
"La pérdida del emberazao fue muy dura. Estuve una semana llorando, triste y encerrada. Me sentía muy rara. Es una revolución del cuerpo y del alma".
- "Nos encontramos en un momento en el que estábamos los dos viviendo etapas nuevas. Al final todo cerró y armamos un vínculo muy fuerte".
La relación con los hijos de Sebastián
- "Es impecable. Para que te des una idea, una vez Juana (su hija de 4 años, fruto de la relación con su anterior pareja) se estaba bañando y Dante, el hijo mayor de Sebas, entró en el baño sin darse cuenta y la niñera lo sacó carpiendo. Le dijo que se vaya, que Juanita estaba desnuda. Y Dante le respondió: ‘¿Qué tiene de malo? Si es mi hermana’. Para ella fue fuerte que yo me ponga de novia porque, de repente, tuvo tres hermanos".
"Yo me puedo casar mañana si quiere, pero Sebas todavía tiene que terminar de resolver su divorcio".
La pérdida de su embarazo
- "Fue muy duro. Estuve una semana llorando, triste y encerrada. Me sentía muy rara. Es una revolución del cuerpo y del alma. En su momento lo buscamos y me ilusionó la idea de ser mamá otra vez, pero cuando lo perdí intenté buscarle la vuelta y no ver el vaso medio vacío".
- "Todo pasa por algo, ¿no? Tal vez no era el momento. Por ahí había que esperar un poco para volver a ser padres. No tenemos presiones".
La boda con Sebastián
- "Yo me puedo casar mañana si quiere, pero Sebas todavía tiene que terminar de resolver su divorcio. Queríamos que fuera el día de nuestro aniversario, el 18 de mayo, pero al final lo dejamos para diciembre de este año".
- "Me encanta la idea del casamiento, pero tenía que legar la persona indicada para asumir ese compromiso y ¡por suerte lo encontré!".