El llamado de Vicky Xipolitakis (32) al 911 del lunes por la noche, cuando solicitó a la Policía que retire a Javier Naselli (54) de su casa porque estaba "demente", se filtró a los medios a las pocas horas.
Ese hecho despertó la indignación de Vicky, quien el miércoles por la mañana lo dejó de manifiesto antes de llevar a Salvador Uriel a su primer control con el pediatra: "Estoy muy bien. Por mi hijo prefiero no hablar. Lo único que quiero decir es que la Policía es un desastre, porque son cosas íntimas (por las que llamó) y pedí por favor que no se difunda. Por eso no quise hacer una denuncia ni dejar nada. Solo fue como un pedido de ayuda para ese momento. Fue algo de pareja y sentí llamarlos. Que filtren los audios me parece una falta de respeto total, cuando sabían que no quería que se sepa nada. No hice denuncias ni dejé constancias, ni nada. ¿Y me despierto a la mañana con eso, que son cosas privadas? No puedo confiar más en la seguridad".
"Que filtren los audios me parece una falta de respeto total, cuando sabían que no quería que se sepa nada. No hice denuncias ni dejé constancias, ni nada. ¿Y me despierto a la mañana con eso, que son cosas privadas? No puedo confiar más en la seguridad".