Ricky Martin decidió solidarizarse no sólo con palabras, tras la muerte de Jamey Rodemeyer, un adolescente de 14 años que decidió suicidarse.
El hecho ocurrió en Nueva York y el niño tomó la difícil decisión de quitarse la vida después de soportar durante mucho tiempo el acaso de sus compañeros de colegio y también de algunos otros desconocidos, vía Web. Esta mecánica se llama bullying y tanto el artista puertorriqueño como Lady Gaga optaron por pedir una ley en contra de este tipo de maltrato.
La gente me sigue enviando cartas de odio, palabras feas, diciéndome que la gente homosexual va directamente al infierno", había dicho Jamey en un video llamado It gets better, que él mismo grabó y subió a YouTube.
Ricky Martin ya había hecho saber su posición respecto al tema, también vía Twitter: "Cuántas vidas tenemos que perder para finalmente detener el acoso, el odio, la intolerancia, el abuso".