Cada músico tiene sus excentricidades a la hora de dar recitales o visitar diversos países.
Paul McCartney no es la excepción. En este caso el ex Beatle no está de gira ni haciendo recitales, pero sí le exige a su equipo un comportamiento "especial" mientras se desarrolle la filmación de Queenie Eye, su nuevo clip.
Paul no quiere que nadie de su equipo coma carnes, abra Facebook o ingiera drogas sin prescripción: "En un principio se entendió como una broma, pero pueden echarte de tu trabajo si no respetas escrupulosamente las normas. Cualquiera al que encuentre en Twitter o Facebook, o simplemente comiendo un poco de jamón será despedido inmediatamente. El consumo de drogas quizás es más difícil de probar", publicó el diario británico The Sun.
Esta no es la primera vez que McCartney pide a sus empleados lealtad total a la hora de respetar su condición de vegetariano. A los trabajadores encargados de preparar el concierto que ofreció recientemente en Saskatchewan (Canadá) se les impidió comer carne durante ese lapso.