Luego de presentarse en Paraguay para someterse a la Justicia y aclarar el Joyagate, Alexis "Galo" Sotto fue trasladado a la cárcel de Tacumbú. El asistente de Moria Casán esperaba que por el tenor de la pena, le otrogaran la eximición de prisión tras permanecer en un calabozo policial, pero finalmente no ocurrió.
Galo enfrenta un proceso penal junto a la diva y Luciano Garbellano por apropiación de las joyas valuadas en 80.000 dólares, reclamadas por el empresario Armando Benítez.
Para justificar su medida, la jueza Dina Marchuck argumentó que el acuerdo económico privado al que llegaron Moria y el joyero, no incluye a Sotto.