Acido y minucioso como pocos columnistas políticos, Alejandro Borensztein volvió a darse el lujo de endulzar su amargo análisis con una tierna referencia a Martina, la beba que tuvo con Viviana Canosa (42): "Este sábado mi hija empezó a sonreír. Todavía no cumplió dos meses y ya se avivó que todo esto es una joda grande como una casa", bromeó.
La reflexión cerró el artículo de humor del domingo en el diario Clarín titulado Cámporas eran los de antes, en el que además recordó una anécdota que le contó su padre, el genial Tato Bores, con el ex presidente Héctor J. Cámpora durante la década de 1970. Entrañables ironías familiares.