El uso de tapabocas en el Reino Unido está muy por debajo de otros países, pese a haberse demostrado que protegen a quienes los usan y a los demás del contagio de coronavirus, dijo el presidente de la británica Royal Society, una de las sociedades científicas más antiguas del mundo.
"Todos deben cubrirse la cara cuando salgan de sus hogares para combatir el coronavirus", dijo el director de la academia británica, Venki Ramakrishnan, en un comunicado tras presentar dos estudios que convalidan sus recomendaciones.
Según Ramakrishnan, los británicos se mantienen muy "escépticos" sobre sus beneficios porque "el mensaje no ha sido lo suficientemente claro".
Agregó que le gustaría que el Gobierno británico tuviera un mensaje más firme y más claro que exija el uso de los barbijos en espacios públicos donde las personas no puedan mantenerse a más de dos metros de distancia unas de otras.
Los científicos del llamado Grupo Sage, que asesora al Gobierno, no mostraron una postura unificada en torno a la efectividad del uso de tapabocas como una de las estrategias para evitar los contagios.
Algunos sostienen que hay evidencias que indican que no parecen retrasar la propagación del coronavirus y que podrían dar a algunos una falsa sensación de seguridad.
No obstante, existe un consenso de que pueden reducir el riesgo de que una persona infectada transmita el virus a otra persona.
El Gobierno británico autorizó desde el sábado pasado la reapertura de pubs, restaurantes, cines y peluquerías en toda Inglaterra en el mayor alivio de las restricciones en el Reino Unido desde el inicio de su brote de coronavirus, que ya provocó más de 42.000 muertes en el país.
"El virus no se ha eliminado, por lo que, a medida que levantamos el confinamiento y las personas interactúan cada vez más entre nosotros, necesitamos usar todas las herramientas que tenemos para reducir el riesgo de una segunda ola de infección", dijo Ramakrushnan.
"No hay soluciones mágicas, pero junto con el lavado de manos y el distanciamiento físico, también necesitamos que todos comiencen a cubrirse la cara, particularmente en interiores en espacios públicos cerrados donde el distanciamiento físico a menudo no es posible", afirmó.
Dijo que usar barbijos no molestó a los italianos, franceses o españoles, ninguno de los cuales estaba acostumbrado a su uso antes de la pandemia, pero ahora lo hacen de manera rutinaria.
"Así que trátelo como otra prenda de vestir que es parte de la nueva normalidad y úselo cuando no pueda distanciarse socialmente de manera segura", sugirió.
Fuente: Télam