La segunda superluna del año se produjo la noche del martes 30 al miércoles 31 de enero. Este fenómeno astronómico, también conocido como "superluna azul de sangre", es muy especial porque se combina con otros tres: un eclipse lunar, una luna de sangre y una luna azul.
Esta coincidencia no se producía desde hace 150 años, ya que la última vez fue en 1866, y la próxima ocasión en que ocurrirá será el 31 de enero de 2037. Si bien no se pudo ver en todas las latitudes, la NASA se encargó de transmitir el fenómeno en vivo.
¿Cómo se producen cada uno de estos fenómenos?
Superluna
La órbita de la Luna es elíptica y en los 28 días de ciclo lunar, el satélite se encuentra a veces más cerca que otras. La superluna sucede cuando el momento de máximo acercamiento es, además, cuando hay luna llena. A simple vista, se logra apreciar entre un 10% y un 15% más grande de lo regular.
Luna azul
Se considera que una luna llena es una "luna azul" cuando se presentan dos lunas llenas en un mismo mes. A principios de enero ya hubo luna llena por la superluna que se vio entre los días 1 y 2.
Eclipse lunar
Es un fenómeno menos común porque implica que la Tierra, el Sol y la Luna estén en una misma línea. La luna llena coincide con el momento en que la Luna entra en la sombra de la Tierra produciéndose así un eclipse.
Sin embargo, el eclipse no fue visible en todo el planeta. En América del Sur, África y Europa Occidental no se pudo ver y en América del Norte fue visible antes del amanecer del 31 de enero. En Asia, Australia, Nueva Zelanda y el este de Rusia sí se pudo observar.
Luna de sangre
Durante el eclipse, la atmósfera de la Tierra filtra la luz azul y verde de los rayos solares, pero deja pasar la roja. Por eso, la luna se tiñó con el reflejo del brillo rojizo que llega de la atmósfera. Esta luna de sangre solo puedo verse en las zonas que se observa el eclipse.