El gigante tecnológico Google enfrenta una demanda en Reino Unido, en donde lo acusan de haber extraído de manera clandestina los datos personales de millones de teléfonos iPhone.
El delito como tal por el cual la demanda procede es la obtención de datos como inclinación política, sexualidad, clase social, salud física y mental, entre otros de aproximadamente 4.4 millones de usuarios.
La compensación que piden en la demanda en Reino Unido es de 3.200 millones de libras y Google asegura que no hay indicios de que esta información se filtrara a terceros, además de que es imposible que se identifique a los afectados.
Otro argumento que alega el gigante tecnológico, a través de su representante legal, es que el objetivo de recaudar dicha información por el navegador que viene preinstalado en los iPhone (Safari) era dividirlos en categorías y así ofrecerles publicidad más atractiva a los anunciantes.
Según los usuarios demandantes, esta situación ocurrió en un periodo de tiempo que transcurrió entre agosto de 2011 y febrero de 2012, y los mismos explicaron ante el Tribunal Supremo de Gran Bretaña que la información era agregada y que Google los agrupaba como amantes del fútbol o entusiastas de la actualidad.
Como parte de la demanda de los mismos, también dejaron constar que el gigante de Mountain View usó un algoritmo que le permitió rastrear el historial de navegación a los desarrolladores de un usuario determinado, y además tenían permiso para recopilar información personal.
Con ese mismo algoritmo, se actuó para evitar la configuración por defecto que tiene Safari, el navegador de Apple, que tiene como finalidad bloquear el seguimiento de terceros por medio de cookies.
Este de hecho es uno de los puntos centrales de la demanda, por no decir el más importante, ya que la misma encabezada por Richard Lloyd asegura que Google pasó por encima de esta configuración de privacidad que tiene el navegador Safari, que viene en los iPhones.