Nadie pone en duda el aumento de la temperatura global, incluso si la mayor parte de la comunidad científica certifica que hay más de un 95% de convicción que el acrecentamiento se debe al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero resultado de las actividades humanas, incluyendo la deforestación y quema de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón.
Se cree en las comunidades científicas que un cuarto de la extensión del planeta podría volverse significativamente más seca, la acidificación surgiría en el 20 a 30% de la superficie terrestre si las temperaturas mundiales aumentan 2ºC por encima de los niveles preindustriales.
Las áreas del mundo que se beneficiarían más de mantener el calentamiento por debajo del 1,5°C son partes del sudeste de Asia, el sur de Europa, el sur de África, América Central y el sur de Australia, donde más del 20% de la población mundial vive hoy
El aumento de la temperatura será mayor en los polos, en especial en el Ártico, y se provee observar un retroceso de los glaciares, hielos permanentes y hielo en los mares.
Estos efectos incluirían clima extremo más frecuente, incluyendo sequías, olas de calor, huracanes y precipitaciones fuertes. Se esperan extinciones de especies debido a los cambios de temperatura y variaciones fuertes en el rendimiento de las cosechas.
SI el aumento de la temperatura promedio global es mayor a 4ºC comparado con las temperaturas preindustriales, en muchas partes del mundo los sistemas naturales no podrán adaptarse y, por lo tanto, no podrán sustentar a sus poblaciones circundantes. En pocas palabras, no habrá recursos naturales para sustentar la vida humana en las condiciones actuales.