Los beneficios de usar tacos ya son conocidos por muchas mujeres: estilizan la figura, dan altura y alargan las piernas. Sin embargo, su abuso y mal uso puede causar algunas lesiones, especialmente en los tobillos, las rodillas y hasta en la columna.
La anatomía del zapato está diseñada con fines estéticos, pero altera la biomecánica normal del cuerpo. Cuando una persona está en posición erecta, normal y en reposo, el peso del cuerpo va de la pelvis hasta las extremidades y se distribuye, en igual proporción, entre ambas piernas para llegar al pie.
El Dr.Carlos Manuel Vilariño, médico especialista en traumatología y ortopedia, explica que si el taco eleva la altura de la persona en dos centímetros, la distribución del peso cambia y los kilos se distribuyen 50% en el antepié y 50% en el talón.
Esto provoca alteraciones funcionales y deformaciones progresivas como dolor en el antepié, callosidades en la planta y deformidades en los dedos. Si a la elevación del taco se le suma una modificación en la punta del zapato, puede tener un mayor impacto en los dedos.
La altura ideal de los tacones debe ser entre 4 y 5 centímetros. Si hay que usar un taco de mayor altura, se debe llevar por períodos cortos y tener a mano unos zapatos de descanso más bajos. Hay que considerar que hay ocasiones y eventos especiales que ameritan su uso para completar un look perfecto.
Pero tampoco son recomendables los calzados extremadamente chatos, ya que no contienen el arco interno del pie, que es el amortiguador del cuerpo. Lo ideal es usar calzados que den buena contención al pie, que sean acolchonados, de un material flexible y con una ergonometría que se adapte a su anatomía.
De esta forma, se evitarán dolores y deformaciones que puedan traer otro tipo de complicaciones.