La misteriosa y trágica muerte de Natacha Jaitt le puso fin a las vacaciones de su hermano, Ulises, quien se encontraba en Brasil junto a la hija de la mediática, Antonella (20). "Estoy destruido, muerto en vida; quiero llegar y verla", le decía a Ciudad Magazine, a primeras horas de la mañana, tras la confirmación de la dolorosa noticia.
Afectado por lo ocurrido y buscando respuestas, el periodista expresó: "Voy a averiguar lo que pasó, hasta el final. No entiendo nada. Ayer lo vi en las redes sociales y pensé que era una joda. No lo quería creer, pero se confirmó. Quiero ir a verla y quiero saber qué pasó. Yo me voy a encargar bien de saber lo que pasó", comenzó diciendo, ante el micrófono de TN, apesadumbrado.
"Mi sobrina está destruida. Se quedó en Brasil. Gracias a Dios el nene está con una familia, de unos amigos… Me arrancaron el corazón".
Luego, agregó: "Vengo de un viaje en el que viví una pesadilla. Pensando en mi hermana en todo momento. Ahora voy a empezar a investigar e ir hasta las últimas consecuencias".
En Brasil, Ulises se encontraba con su sobrina Antonella (20), la hija de Natacha, quien prefirió quedarse en el país vecino: "Mi sobrina está destruida. Se quedó en Brasil. Gracias a Dios el nene (Valentino, de 12 años) está con una familia, de unos amigos… Me arrancaron el corazón… Si yo estaba acá esto no pasaba".
Emprendiendo la retirada del aeropuerto, Jaitt dio detalles de la última vez que tuvo contacto con Natacha y sobre los hombres con los que se encontró la mediática, horas antes de morir: "La última vez que hablé con ella fue el jueves. Sabía que conocía a esta gente, me venía hablando de que se iba a encontrar para hacer shows de stand up en este salón de fiestas. Ella los conoció por Lissa Vera (integrante de Bandana). La primera vez que conoce a esta gente es por ella, que la llevó a comer de canje. Estaría bueno que ella diga quiénes son estas personas".