"En todos estos años, ¿cuántos chapes habrás visto de Luciano?", le preguntó Gerardo Rozín, abriendo paso a un tema que generaría inesperadas confesiones. "No tengo la cuenta, pero Luciano se chapa a la protagonista, la mala, la participación especial, el bolo. Todo se chapa en una novela. La cuenta es imposible", dijo Rojas, con simpatía.
"Luciano tiene dos chapes prohibidos. Después que él haga lo que quiera, pero que se atenga a las consecuencias", dijo Sabrina, con humor.
No conforme con la totalidad de la respuesta, el conductor retrucó: "¿Tiene un chape prohibido?". Y la actriz sorprendió con su respuesta: "Sí. Tiene uno o dos chapes prohibidos. Después que él haga lo que quiera, pero atenete a las consecuencias", dijo Sabrina. Luego, amplió su descargo: "Tiene dos chapes prohibidos y no son ex. Es gente que me molesta. ¿Por qué me molestan? No voy a dar los nombres, pero me molestan por prontuarios que escucho de ellas. Es cuestión de piel, porque nadie me hizo nada. Entonces, mejor que no labure con ellas. Igual no le digo a Luciano ‘no trabajes’. Pero es mi deseo. Él no chapó con sus chapes prohibidos".
Dándole vuelta la consulta, Rozín indagó un poquito más: "¿Vos tenés un chape prohibido? Pongámosle por nombre a esa persona Cadorna". "Sí, hay uno que puede ser. Ojalá entre Cadorna a Un golpe al Corazón. Estoy en plan de venganza, terrible... Igual Luciano se fumaría a Cadorna. Pero en una discusión me tiraría 'porque vos con Cadorna'. Cadorna no es un ex, fue un entretenimiento. Probamos desde muy jóvenes. Esto es lo que pasa en este ambiente", concluyó la actriz, haciendo gala de su sentido del humor y sin revelar nombres. ¡Ufa!