Si bien hoy Zaira Nara disfruta de la feliz familia que conformó con Jakob von Plessen y la hijita que tienen juntos, Malaika, hace ocho años su situación era totalmente diferente. En 2011, a punto de casarse con Diego Forlán, con el vestido de novia listo y los preparativos de la boda resueltos, la modelo dio un paso al costado.
En diálogo con la revista Gente, la conductora de Morfi, todos a la mesa, hizo referencia a la polémica frase que lanzó tras haber desistido del casamiento: "¡Menos mal que no me casé!". "¿Te arrepentís de cómo actuaste aquella vez al hablar acerca de cómo había sido el final de la relación?", fue la pregunta al hueso.

Y sincera, Zaira respondió con seguridad: "No, nunca me arrepentí de nada, porque siempre lo que hice fue en contextos en los que me sentí cómoda. Nunca dije 'ay, me preparé y vendí una entrevista'. Nunca hice nada de eso. Yo estoy contando algo de mi vida y la mayoría de las veces estoy trabajando. No busco el título explosivo".
Clarito, clarito...
