Tras su elogiado papel en Historia de un clan, se subió a las tablas con El champán las pone mimosas. Actor versátil, Nazareno Casero (29) se luce en la comedia teatral, donde luce su cuerpo en calzoncillos, para lo cual el joven actor tuvo un cambio físico notable.
“Entreno, sí, pero no es que me mato. Antes era más rellenito y el cambio se nota, pero no me maté para que sucediera. Simplemente dejé de comer ciertas cosas, como las harinas procesadas que son lo más fácil de consumir y son tremendamente adictivas”, contó en la revista .
“Voy tres veces por semana al gym. Lo hago por una cuestión estética y de que laburo con mi imagen. La clave fue cambiar la alimentación. Pero no dejé las harinas, simplemente racionalizo en qué momento comerlas. No es lo mismo comer un plato de fideos al mediodía, que tenés muchas actividades por delante, que a la noche antes de acostarte. No me cago de hambre: como carne con ensalada, pescado con papas y muchas verduras”.
Sin embargo, también aseguró que disfruta de las galletitas y los alfajores: “Comer, como. Pero el asunto es ver la cantidad. Ingiero lo necesario para poder sobrevivir. Antes mataba la ansiedad con caramelos y hoy ya no. Mi novia, Celeste, es entrenadora y sabe mucho de alimentación deportiva. Entonces sé a quién preguntarle. Peor si me mirás bien, vas a ver que no estoy definido ni trabajado puntualmente y hasta me falta volumen. Soy flaco y cuando tenés menos grasa, se te ven más los músculos”.
“Voy tres veces por semana al gym. Lo hago por una cuestión estética y de que laburo con mi imagen. La clave fue cambiar la alimentación. Pero no dejé las harinas, simplemente racionalizo en qué momento comerlas. No es lo mismo comer un plato de fideos al mediodía, que tenés muchas actividades por delante, que a la noche antes de acostarte. No me cago de hambre: como carne con ensalada, pescado con papas y muchas verduras”, agregó.
Por otro lado, dejó en claro que no bajó tanto de peso: “Cambié grasa por músculo. Peso 68 kilos y mido 1,72 cm. Antes pesaba 72 kilos, así que no bajé mucho. Sí me siento más activo y más liviano. Hace poco me esguincé el tobillo y me duró solo una semana el esquince. Lo atribuyo al cambio de alimentación”.
Por último, Nazareno -que contó que no le da vergüenza hacer desnudos- fue tajante al decir que “jamás tomaría anabólicos ni suplementos de ningún tipo”: “Fijate que los que lo hacen tienen hasta el cuello deformado. Prefiero ser flaco y que se me noten los músculos, pero sin hacer ninguna locura”, finalizó.