En una extensa entrevista para el diario La Nación en donde habló de todo, Gimena Accardi (33) lanzó declaraciones que -en parte- fueron mal interpretadas por algunos usuarios en las redes sociales y por la cuales fue cuestionada con dureza. Indignada, Gimena se quejó en Twitter: "A veces dar una nota a algunos medios gráficos implica que repliquen títulos sacados de contexto en diferentes portales para generar odio y malos entendidos".
La primera declaración apuntada tuvo que ver con el embarazo y su reflexión luego de haber perdido un bebé pasado el tercer mes de gestación en 2013: “A pesar de estar a favor de una legalización del aborto, soy pro-vida. Me parece maravilloso traer vida al mundo. No soy madre, pero seguramente lo sea. Es un deseo, será a futuro”.
Esa frase se prestó a confusión debido a una aparente contradicción (de los grupos a favor del aborto legal con sus opositores) que la esposa de Nicolás Vázquez explicó con claridad: “Dije que estoy a favor de la legalización del aborto y considero que el término pro-vida que se apropiaron los que están en contra de la legalización me parece injusto. Porque los que estamos a favor del aborto no somos pro-muerte”. Y concluyó: “Yo amo la vida y me considero una provida porque no querer que mueran más mujeres de forma clandestina. Más claro, imposible”.
Por otra parte, en la nota Gimena Accardi contó las situaciones desagradables que le tocó vivir con distintos hombres: “Desde ya, hay situaciones mucho más graves que las que yo atravesé. Y ni hablar de lo que sucede con las situaciones intrafamiliares. Es grave y sucede en todas las clases sociales y en todo el mundo. Hay familias en las que está aceptado que el tío o el abuelo desvirgue a las nenas. Y de eso no se habla. Y son, quizás, las familias que se manifiestan en contra de una iniciativa para legalizar el aborto”.
También criticada por esos dichos, Accardi aseveró: “Yo dije que LAMENTABLEMENTE la mayoría de los abusos y violaciones son intrafamiliares y en esas familias ‘es naturalizado’ y ‘normal’ que los tíos, abuelos, padres o padrastros abusen de las niñas, porque muchas veces todos lo saben, miran para otro lado y no hacen algo al respecto. De esas mismas familias salen niñas embarazadas obligadas a parir”.