La intención era rendirle un homenaje a , mejor conocido como Chespirito, a , pero todo terminó en escándalo. Florencia Meza organizó una misa en el Panteón Francés de la Piedad, un cementerio del Distrito Federal de México, donde descansan los restos del humorista, y los periodistas que estaban cubriendo el hecho terminaron discutiendo a los empujones y dañando la tumba.
Florinda Meza manifestó todo su enojo por los desmanes: "Yo pensé que sentían un gran respeto y amor por Roberto. Nada de esto lo manifiesta. ¡Vamos, ni siquiera por Dios! Miren, rompieron un Cristo".
El Gordo y la Flaca, programa de espectáculos de Univisión, registró el mal momento que se vivió y que terminó con un crucifijo destrozado. "Yo pensé que sentían un gran respeto y amor por Roberto. Nada de esto lo manifiesta. ¡Vamos, ni siquiera por Dios! Miren, rompieron un Cristo", exclamó en voz alta y enojada la esposa de Chespirito, recordada por su papel de Doña Florinda en.
Hacía el final de la ceremonia, pasado el desagradable episodio, la viuda le dedicó palabras de afecto a su gran amor: "Roberto vivió para la gente, amaba a la gente. Para todos, por eso siempre tenía una amable sonrisa y un saludo amable. Era una persona muy sencilla, humilde y lejana a la soberbia. Él quería hacer feliz a la gente".