La semana pasada, Jimena Barón recibió más de una filosa crítica por el polémico afiche con el que promocionó el lanzamiento de su nueva canción, titulada Puta. El póster que usó la artista es similar al de los servicios de prostitución, que en muchos casos encubre el grave delito de la trata de personas.
En ese escandaloso contexto, Jimena se recluyó en su hogar, suspendió shows y se llamó a silencio. "Atelofobia Producciones informa que lamentablemente Jimena no se siente emocionalmente en condiciones de realizar los shows. Pidió asistencia psicológica y psiquiátrica... A Jimena le resultó imposible procesar emocionalmente el grado de violencia que recibió", reza una parte del comunicado que difundió Lucas Biren, el mánager de la cantante, en su Instagram.
"Estamos tomándolo con tranquilidad, esperando un poco que baje la marea y que salga otra noticia. Lo estoy tomando con soda porque no fue para tanto. Tampoco fue el fin del mundo. En definitiva, fue una foto".
Apoyando a su hermana y respetando su silencio mediático, Federico Barón fue el encargado de romper el hermetismo que rodea a la artista, a través de un audio de WhastApp que le envió a Tomás Dente para Nosotros a la Mañana.
Sin embargo, su testimonio fue desafortunado: el actor le quitó gravedad al accionar de Jimena ¿y minimizó el debate que se puso en escena sobre la prostitución y la trata de personas?
"Estoy bien, tranquilo, porque mi hermana está mejor, más tranqui. Estamos tomándolo con tranquilidad, esperando un poco que baje la marea y que salga otra noticia. Lo estoy tomando con soda porque tampoco fue para tanto. Tampoco fue el fin del mundo. En definitiva, fue una foto. Hay que seguir relajando", dijo el actor, dando un panorama íntimo de cómo está transitando su hermana y su entorno el conflicto.