Se trató de una internación programada, en la que -simplemente- se sometería a una batería de estudios de control luego de sufrir algunos desajustes de presión (en 2010 y 2014 se realizó cateterismos por problemas coronarios). Sin embargo, eso no privó que Jorge Rial (54) quiera pasar ese trance muy bien acompañado. Y esa compañía tiene nombre y apellido: Agustina Kämpfer.
Consultada por Ciudad.com, el miércoles la ex de Rial afirmó: "Estoy acá, pero nada que ver con tema de pareja. Él sabe que cuenta conmigo siempre que me necesite, por eso estoy. Y yo también sé que él va a estar cuando yo lo necesite, más allá de las circunstancias. Es así". Poco antes del alta del conductor, en una nota con Desayuno Americano desde la puerta del sanatorio, Kämpfer continuó en la misma línea: "Es una internación para hacerse un chequeo. Se juntaban varios estudios a la vez, porque sino es imposible que Jorge venga varias veces a hacerse muchos chequeos diferentes. Algunos estudios eran tal vez dolorosos físicamente, requerían anestesia. Pero ya está bien. Al principio por ahí un poco voleado, por el efecto de la anestesia, pero por suerte ya está bien".
"Vine a acompañarlo por una cuestión humana. ¿Si me lo pidió él, o salió de mí? No importa. A ver, decir que es muy duro es un poco exagerado, pero no es agradable pasar por una situación clínica, de anestesia, sin la compañía de un adulto. Por supuesto sus hijas son incondicionales, pero son dos adolescentes. El necesitaba que lo acompañara una persona en la que pudiera confiar y acá estoy. Yo sé que el día que lo necesite y le pida que me acompañe en algo, él va a estar. Es lo menos que puedo hacer por él".
Respecto a la posibilidad de que Jorge haya postergado los análisis debido a sus compromisos laborales, la expanelista de Gran Hermano 2016, El Debate aseguró: "Se retrasó porque es hombre. Porque los hombres no se ocupan de su salud como se tendrían que ocupar, eso me parece que es común a casi todos. Me parece que con el tiempo se le fueron decantando las excusas y no le quedó otra que venir antes de fin de año; entonces vino y salió todo bien".
Por otra parte, Kämper descartó que su presencia signifique una reconciliación amorosa con Rial: "Vine a acompañarlo por una cuestión humana. ¿Si me lo pidió él, o salió de mí? No importa. A ver, decir que es muy duro es un poco exagerado, pero no es agradable pasar por una situación clínica, de anestesia, sin la compañía de un adulto. Por supuesto sus hijas son incondicionales, pero son dos adolescentes. El necesitaba que lo acompañara una persona en la que pudiera confiar y acá estoy. Yo sé que el día que lo necesite y le pida que me acompañe en algo, él va a estar. Es lo menos que puedo hacer por él".
"La decisión que tomamos como adultos, y desde la mayor madurez que le pudimos poner a la situación, quedó atrás. Lo que sobrevive es todo lo otro, todo lo bueno". "No tengo ningún motivo para no acompañarlo, todo lo contrario, tengo un montón de motivos para acompañarlo".
Es más, ante la consulta específica sobre el título del vínculo que hoy la une a Jorge, Agustina cerró: "No necesito rótulos para acompañar a una persona que me necesita, que está en mi corazón y que fue muy importante para mí. ¿Por qué voy a necesitar (los rótulos)? La relación siempre estuvo bien. La decisión que tomamos como adultos, y desde la mayor madurez que le pudimos poner a la situación, quedó atrás. Lo que sobrevive es todo lo otro, todo lo bueno". "No tengo ningún motivo para no acompañarlo, todo lo contrario, tengo un montón de motivos para acompañarlo", sentenció.