A los 60 años, murió víctima de un cáncer de garganta la actriz y cantante holandesa Sylvia Kristel, quien fuera mundialmente conocida por su transgresor protagónico en la saga de Emmanuelle. Gracias a su belleza indiscutida, en 1973 se consagró como Miss TV Europe, y un año más tarde el filme erótico despertaría pasiones tan encontradas como la censura en varios países y la ovación del público.
En el contexto de la progresiva liberación femenina, Emmanuelle era la esposa de un diplomático que se permitía placeres sexuales que escandalizaron a los censores. Jugaba con la sensualidad y el erotismo, a niveles nunca antes vistos en el cine comercial del momento, pero nunca incluyeron escenas explícitas.
En un reportaje a un medio argentino, aseguraba sobre sus trabajos: “Son eróticas pero no pornográficas, jamás acepté filmar una escena que me pareciera vulgar o que mezclase la violencia con el sexo; cuando discuto con las feministas les digo que mis filmes no perturban a nadie y jamás sugerí que fuesen aptas para chicos. Mi hijo Arthur sólo me vio en una película, Aeropuerto 79".
Sin embargo, Sylvia fue también "víctima" del éxito de la saga de Emmanuelle, que totalizó cuatro películas hasta 1984. En el medio, actuó en El amante de Lady Chatterley y también personificó a la mítica espía que fue fusilada en 1917. Pero nunca logró despegarse de su rol de femme fatal.
En 2006 publicó Desnuda, una cruda autobiografía donde revelaba sus problemas con los excesos de drogas y alcohol, además de su necesidad de encontrar una figura paterna.
Ahora, su nombre se inmortalizó en la historia del cine de alto voltaje.