Lo que se planteó como una fiesta para que Carlos La Mona Jiménez deslumbre a su público en el anfiteatro Milenium de La Rioja, terminó en una batalla campal entre un grupo de violentos espectadores que apedreaba a la policía local. Como los incidentes no pudieron ser controlados, el cuartetero decidió suspender el recital.
Fuentes de seguridad riojanas atribuyeron la bochornosa pelea al "excesivo consumo de alcohol", ya que en las inmediaciones del estadio se había dispuesto un operativo tendiente a comprobar los niveles de alcoholemia de los asistentes. Lo cierto es que ante el descontento de los jóvenes que comenzaron a agredir a los agentes, comenzó la represión con balas de goma y gas pimienta.
El resultado de la incomprensible gresca callejera que reportaron las autoridades provinciales fue que un policía sufrió la fractura de su mandíbula y que dos patrulleros quedaron completamente destrozados. A pesar de la brutal actuación, sólo cuatro personas resultaron detenidas y los heridos entre quienes intentaron eludir los controles habría decenas de heridos.