Walter Oropel, un cantante de Ushuaia no vidente se presentó en Soñando por cantar y entre tanto show televisivo, provocó dos de los momentos más genuinos que se vivieron en el programa.
El primero fue cuando, ni bien se subió al escenario, recibió el aplauso y los gritos tímidos de su hijo, que lo llamaba desde la platea escondido detrás de un cartel que decía cuánto lo amaba; el segundo fue cuando cantó Amarte así junto a Alejandro Lerner.
El primer tema que cantó Walter fue “Dígale”, que fue intepretada por David Bisbal, entre otros artistas. Con su primera frase, el televidente pudo saber que realizaría una maravillosa actuación, no sólo por su tono de voz sino también por la sonrisa espontánea que expresó la jurado Lucía Galán al escucharlo.
Cuando finalizó, las palmas no alcanzaron para celebrar el talento que el concursante había expresado. Y como no alcanzaron, el público mantuvo el aplauso por varios segundos, el jurado entero se puso de pie, y además se acercó a saludarlo.
En ese momento, el conductor Mariano Iúdica dijo la frase más acertada y justa de todo el año, es decir que no exageró como suele hacerlo con ciertas metáforas sobre el universo. “Ésta fue de las ovaciones más tremendas que hechos escuchado en el programa”, comentó Iúdica. “Para mí sería un honor hacer un dúo con vos”, le dijo Lerner al participante, y en el bloque siguiente pasaron del dicho al hecho. Con dos pianos y a dos voces, los colegas cantaron Amarte así y provocaron una atmósfera especial en el estadio.
Antes de despedirse se subió al escenario su hijo Alejo y abrazó fuertemente a su padre. Sin embargo, la alegría no quedaría ahí, porque el broche de oro lo dieron los vecinos de Río Grande, que hicieron una colecta para regalarle un piano a Walter, ya que le habían robado el suyo en uno de sus viajes como cantante.
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