Marina Calabró pertenece a una familia de artistas y siempre se la consideró la “seria” del clan, pero desde hace algunos años decidió que ya era hora de mostrase por completo y se atrevió a posar muy sexy. La hermana de Iliana realizó una producción súper hot con la y, de entrada, confió: “Mi cola no me acompleja. ¡Al contrario! Es mi herramienta de seducción. Llama la atención porque tengo la cintura chiquita. Pero cuando me doy vuelta, pensás: ‘¡epa, no era tan chata como podía pensar!’. Las colas naturales todavía cotizan en el mercado”.
“Pero más que seducir, tengo necesidad de agradar. Es algo más profundo: tiene que ver con sostenerme en la mirada de mi padre, en el hombre que elijo, en mí misma; pasa por calmar todo lo que esperan esas miradas de mí. Y ese esfuerzo por agradar va más allá de lo físico”, continuó Marina. Y agregó: “Iliana me ayudó, de manera inconsciente, a construir este personaje sexy. Quise incorporar lo que veo en ella, y me fascina”.
“Pasé nueve años en la facultad, puedo armar un discurso y sostener una discusión. Por eso me siento más segura con la lengua que con la cola. Te sostengo un debate con convicción, en cambio lo de linda no me lo creo ni un poco… Ya convencí a casi todos de que no soy tonta, ¡ahora quiero convencerlos de que no soy fea!”.
“Para los 37 años que tengo me la recontra banco. A los 20 las carnes estarían más duras, y todo en su lugar, pero me quedo con esta Marina que es menos prejuiciosa”, aseguró la hija de Juan Carlos Calabró. Y añadió: “Con la terapia pude liberarme de los prejuicios y las estructuras que te limitan y te contienen. En el sexo, esta Marina es mejor que la otra… ¡Definitivamente!”.
“Martín (Virasoro, su marido) se pone celoso. Pero sabe que las Calabró somos una caja de sorpresas. Sino, preguntale al Rossi…”, finalizó la periodista.