En la noche de ayer, la diva de Telefe aprovechó que no viajó a Miami ni a Punta del Este para pasar una velada con amigos. Junto a Teté Coustarot y a Néstor Moyano, productor ejecutivo de su programa, Susana se hizo presente en el teatro Astral para disfrutar de Midachi Circus, espectáculo que pertenece al trío santafesino.
Pasadas las nueve de la noche, la conductora llegó a calle Corrientes en su auto e ingresó al lugar en compañía de Marcelo, su chofer y hombre de confianza, pero el problema surgió cuando pasó la grúa y quiso llevarse el vehículo de la ex de Jorge Rama porque se encontraba estacionado sobre línea amarilla y en la puerta del teatro.
Según la información que maneja Ciudad.com, curiosos y periodistas que estaban en el lugar le indicaron a los trabajadores que ese auto pertenecía a la diva de los teléfono por lo que decidieron esperar al chofer de Su y pedirle que sacara el costoso y lujoso vehículo de ese lugar porque allí estaba prohibido estacionar.
Agradeciendo la situación, la mano derecha de la conductora cumplió con el pedido y enseguida se solucionaron las cosas. De esta manera, queda claro cuáles son los privilegios de ser Susana Giménez.