es considerado el jugador más querido del actual seleccionado nacional de fútbol, y tras el mal trago del Mundial, decidió parar un poco la pelota y
viajar junto a su familia, uno de sus hermanos, su cuñada y unos amigos a las playas de Marbella.
Sin embargo, lejos de los rumores de romance con Brenda Asnicar, el delantero se mostró muy cerca de su mujer, manteniéndose bien atento a todos sus movimientos.
Del mismo modo, o más aún, se lo pudo ver como un padre muy amoroso y dulce, jugando constantemente con su hija Florencia en la arena y la piscina, y meciendo a la pequeña Katie en varias oportunidades.
(Revista Caras)