Sean Lennon, el hijo de John y Yoko Ono no tuvo mejor idea que invitar a Lady Gaga a su casa. Claro, la chica aprovechó y se dio el gustazo de sentarse al piano blanco y sacarse una foto.
La imagen escandalizó a los fanáticos de John Lennon y Los Beatles quienes "mataron" a la platinada, tratándola de "blasfema".
Se ve que Sean se sintió tocado entonces salió a defenderse: "A los pianos hay que tocarlos. ¿Acaso deberíamos encerrarlos para que se empolven? La vida es demasiado corta, hay demasiados problemas reales en el mundo" , se justificó.
Después, también, se desligó un poco de la situación: "Además el piano es de mi madre, mi padre se lo regaló para su cumpleaños. Así que es de ella, y no estaba tan tenso como ustedes lo están".
¿Qué dirá Yoko a todo esto?