A los 36 años, , debutó en una Copa del Mundo, y en los diez minutos que estuvo en la cancha, se dio el gusto de su vida: marcar un gol en el máximo torneo del fútbol.
Todo ocurrió en el minuto 89, cuando "El Loco" recibió el pase de y tuvo la oportunidad de convertir y festejar con , que lo recibió con un gran abrazo.
Luego Diego contaría que sus ayudantes, Mancuso y Enrique, querían poner a Higuaín y que él se interpuso para que ingresara Martín "a definirle el partido".
En la platea se ubicó la familia Palermo, recientemente llegada a Sudáfrica, que vibró con el ingreso y el gol del jugador de Boca. "Es un orgullo ser su hijo. Ojalá algún día yo pueda llegar a ser la mitad de lo que es él", dijo su hijo Ryduan, que ya debutó en las inferiores de Estudiantes de La Plata.
A su madre también se la vio súper emocionada, del mismo modo a Gabriel, su hermano, a Carlos, su padre, y a Jésica, su novia, que tras el triunfo asentó: "Estoy feliz, nunca imaginé que el día que hiciera su debut en un Mundial convertiría un gol. Sin duda, Martín es un tocado por Dios".
(Revista Gente)