La Comisión Europea (CE) decidió ayer darle impulso a un proyecto para que los reproductores portátiles de música y los celulares que incorporaron esta función salgan de fábrica ajustados para que su volumen de sonido máximo no dañe los oídos de sus usuarios. El organismo también quiere que los equipos incluyan claras advertencias sobre los efectos perjudiciales que tiene la exposición excesiva a niveles sonoros elevados.
Basada en estudios del Comité Científico de la Unión Europea difundidos en octubre de 2008, según los cuales escuchar música en un reproductor portátil a un volumen elevado durante un período prolongado puede producir daños permanentes en el oído, la Comisión Europea encargó ayer al Cenelec (el organismo de normalización de la UE) que redactara nuevas normas de seguridad técnica para estos equipos. Se calcula que hasta diez millones de personas en Europa corren el riesgo de sufrir problemas de sordera dentro de unos años.
Según la CE, en la mayoría de los reproductores de audio el ajuste de volumen va de 60 a 120 decibeles (dBA), mientras que para reducir los riesgos de pérdidas auditivas habría que mantener los valores por debajo de los 80 dBA. "Incluso a 80 dBA, podemos escuchar sin riesgo hasta 40 horas por semana", señala un documento difundido por la CE. El mismo trabajo indica que si se sube el volumen a 89 dBA, la cantidad de horas semanales recomendadas se reduce a sólo cinco.
Si las pautas de la CE se cumplen aunque no son obligatorias suelen establecerse como normas de facto para la industria, los equipos permitirán que el usuario deshabilite el límite máximo al volumen establecido de fábrica. De todos modos, los reproductores deberán alertar al usuario (mediante una etiqueta o un aviso en pantalla) sobre los riesgos que implica sobrepasar el límite de seguridad.
En la actualidad, las normas de la UE no limitan el volumen máximo de los reproductores de audio, sólo obligan a incluir en el manual de instrucciones una advertencia.
El proceso de elaboración de la norma por parte del Cenelec en el que participarán científicos, empresas de la industria, grupos de consumidores y otras partes interesadas puede durar hasta 24 meses, y se aplicará a los equipos que se fabriquen en el futuro.
Ya existen en el mercado reproductores portátiles que limitan el volumen, entre ellos, varios de la línea iPod, de Apple.