Sería difícil asumir esta actitud como de sinceridad bruta, porque no lo dijo una vez, lo dice cada vez que puede, sin importarle los prejuicios, ni el que dirán. Y esta vez la sede de la confesión fue el estudio de "Mañaneras a la tarde":"En el último tiempo de mi matrimonio había insultos, agresiones y cuando tomás distancia y aparece otra persona, te das cuenta de lo que te pasa", dijo Mónica como justificando su infidelidad. Y es que ella había dejado su Uruguay natal para venir a trabajar con Gerardo Sofovich, y por efecto rebote fue convocada para "Bailando por un sueño" y conoció al "Negrito" Luengo, un productor de "Showmatch", que luego se convertiría en su amante.
Él era su amante y ella era amante de ese joven diez años menor, productor de Ideas del sur, que también engañó a su novia de ese entonces. Anduvieron más de ocho meses manteniendo una relación clandestina, hasta que los pescaron in fraganti y su marido se enteró que era "cornudo" por
televisión. "Elegí no sentirme sola en el momento de ser infiel y mi ex se enteró de la peor manera. Y después, cuando sentí que había metido la pata, planteé volver. Me decía a mí misma que no podía dejar el matrimonio, que no quería que mi hijo tenga padres separados", contó la vedette.
Pero luego su amante decidió dejar a su novia y la relación entre ellos pasó de juego a romance: "Cuando probé el sexo con él, me di cuenta que me gustaba más, sentí que descubría cosas que en quince años no había descubierto". Y aunque por obra de la culpa hubiese decidido volver con su marido, las cosas no se dieron. Por suerte para ella, que ahora, tras dos años de noviazgo con Luengo, dice sentirse muy enamorada, y hasta orgullosa de haber sido infiel.