Jennifer Lopez y Marc Anthony se enfrentan en los juzgados a Lisa Wilson, una asistente de vuelo a la que el pastor alemán del matrimonio atacó. La azafata resultó tan dañada que ha necesitado cirugía en su espalda y por ello reclama a la pareja la nada desdeñable cifra de cinco millones de dólares.
El ataque se produjo en verano de 2006 durante un vuelo privado en el jet de la pareja y, según el abogado de la víctima, se podía haber evitado ya que ambos estaban al tanto de la agresividad del can.
"El perro era peligroso y en el juicio probaremos que sólo era cuestión de tiempo el que atacara a alguien", ha declarado William Cafaro, abogado de la auxiliar, quien relató cómo antes de ser atacada escuchó un "fuerte gruñido" de Floyd y pensó que iba dirigido a Linda, la hermana de la cantante. Sin embargo, fue a ella a quien el perro embistió en la pierna, haciendo que cayera y se dañase gravemente la espalda. Según ésta, la pareja le advirtió que tuviese cuidado con Floyd, lo que considera una evidencia más de que sabían que constituía un peligro.
En el juicio declarará también el doctor Karen Overall, una veterinaria experta en psicología canina, que considera que Jennifer y Marc son responsables del ataque al conocer de sobra el comportamiento agresivo del perro.
"Está claro que Floyd, el perro guardián del Sr. Anthony, se comportó inapropiadamente, agresivamente y de una forma peligrosa para los humanos", ha dicho Overall al diario Daily News.
El matrimonio todavía no ha querido hacer ninguna declaración, aunque su abogado ha anunciado que contratarán a su propio psicólogo canino para que evalúe a Floyd.